Con la llegada de la menstruación, llega el riesgo de contraer ciertas infecciones, incluida las de transmisión sexual.
Este mayor riesgo de infección se debe a que el flujo cervical, que generalmente bloquea el cuello uterino, se abre durante la menstruación para permitir que la sangre salga del cuerpo.
Esto hace posible que las bacterias viajen hacia el útero y la cavidad pélvica. Además, los cambios en el pH vaginal que se producen durante esos días también aumentan la probabilidad de infecciones por hongos.
Consejos básicos de higiene menstrual
Báñate o dúchate al menos una vez al día para mantener tu cuerpo limpio y evitar los malos olores. Evitando el agua fría, ya que puede provocarte dolor menstrual.
Pero no te quedes mucho tiempo en el agua. Solo es un duchazo para sentirte fresca. Lávate siempre las manos.
Lavados vaginales
Evitar jabones y geles que tengan perfume o productos químicos porque pueden perjudicar tu flora vaginal.
Lávate siempre externamente, nunca te laves la vagina y menos aún con duchas vaginales porque puedes alterar tu flora y pH vaginal, aumentando el riesgo de infecciones. Cuando termines, sécate muy bien para evitar que haya exceso de humedad: ¡le encanta a los hongos y las bacterias!
Disfruta de una excelente higiene íntima durante todo el mes.
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